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Botellas emblemáticas de cualquier barra

Inspiradas en la medicina, la resistencia y su transporte, estas son las botellas inconfundibles en cualquier barra.

La identidad de una marca no es algo sencillo de construir. Además de un contenido o producto sustancial y de calidad, proyectar una imagen que te identifique y distinga de entre tus competidores es un fundamental. Las botellas emblemáticas son un claro ejemplo. En este asunto de los vinos y licores existen diversas marcas que han logrado tal grado de identificación que son reconocidas a simple vista en las barras de un bar o en los estantes de las tiendas.

En Shakeadito ya habíamos hablado de algunas de las botellas más extravagantes, originales, y las más costosas. Ahora es turno de nombrar algunas de las que se reconocen a simple vista. Esas que con tan solo ver la silueta o un pequeño rasgo de la misma sabemos de qué producto se trata.      

Absolut Vodka, pioneros del arte y la cultura

¿Quién no reconoce un Absolut cuando lo ve? Su llegada a Estados Unidos en 1979 no solo revolucionó el mundo de la coctelería con una gama de sabores inimaginables, sino que también se convirtió en un reflejo del arte, la cultura y la vida. 

Su inconfundible botella transparente sin etiqueta, está inspirada en la historia misma del vodka en Suecia. En ese entonces el vodka se vendía como medicina para distintos males, de aquí que su botella se asemeja a los envases de medicamentos del siglo XVIII. 

Con la colaboración como base de su inspiración, en Absolut fueron los primeros en trabajar con artistas y creativos. Desde aquella primera colaboración con Andy Warhol en 1985, la botella de Absolut se ha transformado bajo la visión de más de 550 artistas sin jamás perder su esencia y personalidad. Las colaboraciones son verdaderas piezas de colección, de las que más de 850 obras de arte Absolut están expuestas en el “Spritmuseum” de Estocolmo. 

Absolut es, sin lugar a dudas, miembro del salón de la fama de las botellas emblemáticas.

Jägermeister, la botella más resistente

La historia de la botella de Jägermeister está igualmente ligada al espíritu de caza del licor que contiene. Curt Mast, creador de la receta de Jäger, como buen cazador era gran aficionado a los paseos al aire libre, por lo que necesitaba una botella que fuera muy resistente y que pudiera cargar junto con los instrumentos de caza sin que esta se rompiera, además de que pensaba que era importante que su magnífico licor fuera envasado en una botella sólida y de calidad.

Para poder encontrar la opción ideal, Curt dejó caer varias botellas con formas distintas al suelo de madera de su casa hasta que por fin una resistió el golpe. La ganadora era un modelo rectangular que en un principio era de cristal transparente el que demostró ser especialmente resistente.

Una vez seleccionado el diseño, Curt quiso reforzar la referencia a la caza y fabricó la botella en color verde cazador. Así, consiguió un efecto secundario positivo que no había tomado en cuenta precisamente, el cristal verde oscuro protege el valioso licor de hierbas de una gran parte de la luz del sol.   

La producción de esta botella resulta costosa incluso hoy en día. Se fabrica a más de 1.500 grados y antes del embotellado se somete a un riguroso examen visual. El modelo que Curt acabó eligiendo de aquella manera tan práctica, terminó convirtiéndose en un símbolo que más de ochenta años después, sigue destacando en antros y bares de todo el mundo. Un símbolo que definitivamente le hace destacar de entre las botellas emblemáticas de esta lista.

Jack Daniel’s, el orgullo de Estados Unidos.

Jasper Newton Daniel, más conocido como Jack, fue el responsable de presentar al mundo hace más de 150 años Old No. 7, el whiskey de Tennessee filtrado en carbón, y el whiskey americano más famoso. Sin duda, esta fama es gracias a su licor de excelente calidad y su tradicional método de elaboración. Pero en cuestión de imagen no se queda atrás, Jack es también conocido por sus botellas cuadradas y su etiqueta de color negro.

La icónica etiqueta en blanco y negro se introdujo en 1911, este fue exactamente el año en que murió Jack Daniel, y algunas fuentes mencionan que se eligió el color negro para la etiqueta en honor al fallecimiento del Sr. Jack. El contraste del blanco y negro es una característica distintiva del emblema de Jack Daniel’s y aunque el logotipo ha sufrido varios ajustes desde su introducción el esquema de color nunca ha cambiado para el Old No 7.  

El logo Jack Daniel’s es muy tradicional y se caracteriza por los adornos sobrecargados que resaltan en el diseño de su botella cuadrada haciéndolo todo un clásico y un inconfundible al momento de acercarnos a la barra de un bar. 

Johnnie Walker y “Striding Man” 

Johnnie Walker es un caso especial, pues no solo cuenta con un diseño particular en su botella, sino con uno de los emblemas más reconocidos no solo en el mundo de los vinos y licores sino de la publicidad y la mercadotecnia en general. Pero comencemos por el principio: ¿Por qué la botella de Johnnie Walker es cuadrada? 

Alexander Walker, hijo de John Walker creador del famoso whisky, comenzó a extender las fronteras del negocio que su padre le heredó colocando su producto en barcos mercantes que vendían el whisky en sus destinos. Walker se dio cuneta que el traslado marítimo implicaba un riesgo muy grande para las botellas, así que diseñó una botella cuadrada para disminuir la posibilidad de que se rompieran durante el trayecto, y que además le permitía cargar un número mayor de ellas. 

Con este ajuste en la presentación nació otro de los emblemas: la etiqueta diagonal. Esto, gracias a la mente comercial de Alexander, quien notó que un rotulado en 24° le entregaba mayor espacio para texto y además, lo distinguía de sus competidores.

A comienzos del siglo XX, Johnnie Walker era un whisky reconocido mundialmente por su calidad y sabor. Para 1908 contaba ya con las variantes que hoy identificamos como White Label, Red Label y Black Label, pero no satisfechos, buscaron un nuevo elemento de marketing que los diferenciara de la competencia. Así, el caricaturista Tom Browne creó, en el reverso del menú de un restaurant, el mayor emblema de la historia de Johnnie Walker: el “Striding Man” o “El Caminante”.

Las historias sobre este personaje son muchas, algunas aseguran que está basada en John, el fundador de la marca, pero es imposible asegurar que sea cierto. Un personaje fascinante que se ha convertido en ícono de la cultura popular moderna.

Don Julio, herencia de tradición y calidad

No podía faltar el aporte el aporte mexicano en esta lista, terminamos con Don Julio, uno de los tequilas más reconocidos si no es que el más. Don Julio González creador del emblemático tequila tuvo la pasión de mejorar cada uno de los aspectos de su elaboración, desde la cosecha hasta el embotellado. 

A la temprana edad de 17 años, tuvo la visión de revolucionar el proceso del tequila, eligiendo la calidad por sobre la cantidad en todo momento. Cuando llegó el momento de embotellar su creación también rompió con esquemas de tradición, pues las botellas de tequila habían sido siempre largas y solían esconderse bajo la mesa. 

Esto hizo pensar a Don Julio que su tequila debía mostrarse con orgullo, por ello diseñó una botella más pequeña, para que sus invitados pudieran pasar alrededor de la mesa sin dejar de verse, de esta manera llegó la tradicional botella cuadrada, chaparrita y con el inconfundible tapón de madera que se reconoce en todo el mundo.   

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