El Champagne en la Fórmula 1 se considera el brindis de los campeones, el próximo domingo 20 de octubre se llevará a cabo el Gran Premio de la Ciudad de México, la fiesta más grande del automovilismo.
Debido a esto, al final de cada Gran Premio hay un momento que siempre emociona: el podio.
Primero, porque los mejores del día se reúnen para recibir su trofeo pero, sobre todo, ¡rociar champagne!
Mientras tanto, este gesto tan característico de la F1, es mucho más que un simple brindis, también es una tradición que refleja la esencia y la historia de este deporte.
El origen de una tradición espumosa, el Champagne en la Fórmula 1
En primer lugar, la historia del champagne en la Fórmula 1 se remonta a la década de los 60, cuando el piloto Dan Gurney, después de ganar las 24 Horas de Le Mans en 1967, improvisó un gesto que se convertiría en una costumbre.
En un arrebato de alegría, Gurney roció la botella de champagne sobre los espectadores y los miembros de su equipo. Este acto espontáneo causó tal impresión que lo adoptó la Fórmula 1, convirtiéndose en el símbolo de la celebración y del éxito que hoy conocemos.
Al comienzo, la tradición del champagne en el podio de la F1 tiene un antecedente aún más antiguo. En 1950, en el primer Gran Premio de Francia, al vencedor se le premió con una botella de Moët & Chandon, la cual abrió y compartió con los asistentes de forma más tradicional.
Fue la extravagancia de Gurney lo que transformó este ritual, haciendo del rociado de champagne un espectáculo en sí mismo.
Más que burbujas: el simbolismo del champagne
El champagne es una bebida asociada con la celebración, el lujo y la exclusividad, características que encajan perfectamente con el espíritu de la Fórmula 1. Este deporte, busca transmitir una imagen de glamour y éxito, y el champagne se ha convertido en un símbolo visual que refuerza esta percepción.
Como resultado, cuando los pilotos toman una botella de champagne y la sacuden antes de rociarla, no solo están celebrando una victoria personal, también participan en un ritual que simboliza el esfuerzo de haber llegado a lo más alto.
Carbon Champagne: innovación y lujo en el podio
Desde 2017, Champagne Carbon ha sido el encargado de brindar a los pilotos campeones una experiencia de lujo en el podio de la Fórmula 1.
Con su llamativa botella de fibra de carbono, esta marca se ha convertido en sinónimo de alta tecnología y exclusividad, perfectamente alineada con el mundo del automovilismo.
Este champagne conocido por su elaboración cuidadosa y su prestigio, así como su apariencia vanguardista da como resultado un blend sofisticado de chardonnay y pinot noir con burbujas finas y persistentes, perfectas para coronar la victoria de un Gran Premio.
En el Gran Premio de la Ciudad de México, Carbon es fundamental de las celebraciones en el podio, dándole un toque extra de modernidad a uno de los momentos más esperados por los aficionados.
Moët & Chandon: tradición y prestigio
Moët & Chandon es una de las casas de champagne más reconocidas a nivel mundial y ha sido protagonista en innumerables celebraciones de la Fórmula 1 a lo largo de los años.
Actualmente no es la marca oficial de los podios de la Fórmula 1, en ediciones anteriores del Gran Premio de la Ciudad de México ha hecho su aparición estelar, ofreciendo su champagne de alta gama para conmemorar las victorias más importantes.
El clásico Moët Impérial es el favorito en muchos eventos deportivos, y su sabor fresco, con notas afrutadas y florales, lo convierten en una opción ideal para los momentos de celebración.
Encuentra aquí algunas de las marcas que han participado en esta celebración.