Más mexicano que el mariachi, más conocido que José Alfredo. El tequila es sin duda unas de las credenciales más importantes de México ante los extranjeros.
Pero, ¿qué es el tequila para los mexicanos? Es una insignia, es cultura y es tradición. El regalo divino del agave, producto de la tierra, espíritu de nuestros antepasados. Es el personaje principal cuando celebramos, y el invitado de honor cuando nos despedimos de este mundo. La compañía perfecta en el júbilo, la gloria, la tristeza y la desilusión.
Elaborado desde el Siglo XVI, aproximadamente en 1538, cuando los españoles nos trajeron el proceso de destilación. Descubrieron que al calentar la piña (o cabeza) de agave podían generar una sustancia etílica. Esta sustancia aumentaba la euforia y ayudaba a los lugareños a la relajación.
Cuenta la leyenda que durante una tormenta en los campos de agave de Tequila, Jalisco, un rayo provocó un incendio de magnitudes sorprendentes. Con el aumento de temperatura los agaves comenzaron a emanar una especie de miel de aroma intenso y sabor delicioso. Los trabajadores empezaron a sentirse relajados y eufóricos, por lo que no tardó mucho para que esta sustancia fuera catalogada como un regalo de los dioses para los lugareños.
Tequila, proviene del náhuatl tequitl: trabajo u oficio; tlan: lugar, es decir un lugar de trabajo, este nombre lo recibe del estado donde más se produce, ya que actualmente dicho estado concentra cerca del 60% de la producción total de esta bebida.
Una versión complementaria sobre el origen de la palabra hace referencia a la piedra de obsidiana con la que los campesinos trabajaban el agave en aquella región a esta piedra la llamaban tecatlis y quien la manejaba le decían tecuilo, de ahí nació la palabra Tequila.
La identidad mexicana del Tequila
¿Por qué el tequila es tan Mexicano o por qué el mexicano es tan tequilero? Para su elaboración se utilizan exclusivamente agaves de la especie Azul Tequilana Weber. Esta especie de agave alcanza su límite de maduración a los 8 años y que sólo crece en territorio mexicano, específicamente en los estados de: Nayarit, Guanajuato, Michoacán, Tamaulipas y Jalisco. Así o más selectivo el agave, así o más mexicano el tequila.
Actualmente los estados mencionados tienen una Denominación de Origen, una regulación que limita la producción de esta bebida de manera regional. El tequila fue el primer destilado natural en adquirir dicha regulación. De acuerdo a las cifras del Consejo Regulador del Tequila, actualmente la industria tequilera genera cerca de 7 mil empleos directos en el país, produciendo más de 171 millones de litros al año.
Entre los principales consumidores de tequila mexicano se encuentran países como: Estados Unidos, Alemania, España, Francia, Letonia, Canadá, Japón, Reino Unido, Sudáfrica, Francia y Singapur.
Hay un dicho que dice, y dice bien… Que un mexicano de verdad reconoce un tequila con los ojos cerrados, sólo con el sabor. Y en efecto, depende del proceso de destilación al que se someta que podemos determinar su origen, como sucede con los mejores vinos.
Blanco
El tequila blanco es el más suave de todos, es destilado en dos ocasiones, lo que garantiza su paso suave en garganta, el sabor a alcohol es muy tenue. Algunos de sus mejores representantes son: Maestro Tequilero, 1800 Blanco, Centenario Plata y Don Julio Blanco.
Reposado
El tequila reposado lleva un proceso de añejamiento de 6 a 9 meses en barricas de roble blanco, su sabor es más especiado y su paso en garganta más brusco y el sabor a alcohol un poco más intenso. Entre los mejores reposados se encuentran: Reserva La Familia, Don Julio Reposado, Patrón Reposado y El Tequileño Reposado Gran Reserva.
Añejo
El tequila añejo, como su nombre lo indica, el líquido ha sido guardado más tiempo, específicamente 1 año en barricas de roble blanco, lo que logra darle un aroma más intenso a madera, su paso en garganta es fuerte y alcanza un abanico sumamente intenso de los sabores específicos del tequila. Sus mejores representantes son: Tres Generaciones Añejo, Cuervo 1800 Añejo, Don Julio Añejo y Herradura Añejo.
Extra Añejo
Finalmente tenemos el tequila extra añejo, cuya guarda es de más de 3 años, logrando sabores y aromas sumamente intensos a madera, teniendo un paso por garganta fuerte. Pocos son los productores que cuentan con dichas reservas. Algunos de los más sobresalientes son: Gran Centenario Leyenda, Cuervo 1800 Milenio y Reserva La Familia Extra.
El tequila se clasifica en dos categorías de acuerdo con la cantidad de azúcares provenientes del agave con el que se fabrica:
Tequila: se elabora a partir de una mezcla de azúcares, de los cuales el 50% por ciento debe provenir del agave.
Tequila 100% agave: se elabora exclusivamente a partir del azúcar proveniente del agave.
Estas especificaciones deben ser incluidas en la botella, de acuerdo con la Norma Oficial del Tequila o Norma Oficial Mexicana (NOM).
Si algo caracteriza al mexicano, son los “días de…”, y el tequila no podía ser la excepción. La UNESCO estableció el 24 de Julio como el Día Internacional del Tequila, declaró al agave y a antiguas instalaciones industriales de Tequila como Patrimonio de la Humanidad.
El tequila para el mexicano es un emblema nacional, un sinfín de expresiones artísticas se han realizado en torno a esta bebida. Pero, ¿cuál es la manera ideal para disfrutarlo?
Aún cuando este destilado es la base de muchos de los cocteles más consumidos en el mundo, para degustarlo es perfecto si se sirve solo, en un trago derecho, como se acostumbraba en las cantinas en los años 50’s.
Porque en México todo tiene nombre y si no se lo inventamos, se denominó caballito a la medida exacta donde se sirve el tequila. Desde el siglo XIX la gente llevaba su pequeño vasito para tomarlo mientras montaba su caballo, de ahí el nombre.
Así es como el tequila forma parte de la cultura mexicana, es una parte esencial de un sinfín de tradiciones a lo largo y ancho del territorio nacional y ha logrado posicionarse alrededor del mundo como uno de los licores más consumidos.
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