El 12 de noviembre México celebra el Día Nacional del Libro, y para celebrarlo, hablaremos de los escritos que bajo el influjo de algún destilado crearon verdaderas obras literarias.
La celebración de este día fue impulsada por el expresidente de México, José López Portillo, quien eligió esta fecha porque se conmemora el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz.
Solo no debes confundir este día con el Día Internacional del Libro, que es el 23 de abril.
Los destilados, fuente de inspiración de los escritores más famosos
Así como existen canciones alusivas a un destilado en particular, existen historias en los libros que solamente podemos concebir como producto de una borrachera. Los mejores autores del mundo han encontrado en las barras de un bar o en las tertulias alrededor de un vaso de whisky muchas de sus mejores historias.
Truman Capote, un martini para el desayuno
Considerado el padre del Nuevo Periodismo por su novela “A Sangre Fría” se dice que el autor pedía un martini doble antes de almorzar, uno por la tarde y un brandy con crema de menta durante la cena.
Una de las frases con las que mejor se definía el autor fue: “Soy alcohólico. Soy drogadicto. Soy homosexual. Soy un genio”. Hay quien dice que su coctel favorito fue el clásico desarmador, jugo de naranja con vodka.
Charles Bukowski, relájate y bebe vino
Más amante de la cerveza y el whisky que del vino, Bukowski es conocido por su literatura franca y temperamental, que en varias ocasiones incluye el alcohol como un aliciente en varios de sus personajes.
Se dice que su trago favorito era un vaso de cerveza acompañado con un shot de whisky. Tan fan era de los destilados, que durante una entrevista en la que le cuestionaron su alcoholismo se limitó a decir:
“¿Por qué bebo alcohol? Porque ninguna buena historia comienza con un ‘estaba yo comiéndome una ensalada’”.
Dylan Thomas, entre lo real y lo ficticio
Es un periodista cuya obra trascendió al grado de convertirse en literatura de culto, considerado también el padre del periodismo gonzo, un periodismo que viaja entre la realidad y la ficción.
Ese viaje alucinógeno que describe cabalmente Thomas podría ser producto de la cantidad de estupefacientes que consumía.
Fanatico de la absenta, una de sus declaraciones más controversiales fue: “Todas las cosas valen la pena hacerlas; vale la pena hacerlo bien”.
Marcos Vargas Llosa, el pisco como protagonista
Considerado uno de los más importantes novelistas y ensayistas, este autor no perdía oportunidad de situar al pisco, bebida tradicional peruana, como parte de sus historias.
En uno de sus libros más importantes, Conversación en la Catedral, el personaje principal describe la forma perfecta de tomar la bebida, solo con agua mineral y jugo de limón.
Ernest Hemingway, un mojito diario
Considerado uno de los principales novelistas del siglo XX, este autor era un fiel seguidor de los mojitos y la absenta.
Fue tal su fanatismo por esta última que creo un coctel llamado Death in the afternoon, la receta fue publicada por primera vez en el libro So Red the Nose or Breath in the Afternoon en el año de 1935, el libro incluía varias recetas de cocteles ideados por personajes famosos.