El desarrollo del brandy ha estado íntimamente ligado al cognac, sin embargo, el brandy también tiene sus diferencias y cosas que lo hacen único y más que especial. Empezando porque este fue primero, creado en el siglo XII, aunque su popularidad se alcanzó dos siglos después. Inicialmente, apareció como prácticamente todas las cosas, por casualidad; ya que a un comerciante holandés se le ocurrió la idea de que, si eliminaba el agua de los vinos, la transportación y el empaque sería mucho menor, por lo que podría reducir costos. Y justamente así es como nace el vino quemado.
La historia cuenta que este producto nace en España, pero es exportado a Países bajos, de ahí que también que se le conozca a su versión sin añejar como <<holandas>>. Además, la palabra brandy se deriva del neerlandés brandewijn, que significa vino quemado. El brandy como producto es una destilación que, a diferencia de otros, se realiza a partir de un producto ya terminado, pero que por diversas circunstancias no es apto para su consumo, y este producto es el vino. Entonces, según la RAE, el brandy es un vino de quema, que se produce con un vino que se destina a la destilación debido a que no posee las características para su consumo.
El proceso de elaboración consiste en destilar el vino, y ya que se haya obtenido el líquido deseado, se almacena en barricas de roble americano por medio de soleras, las cuales se van moviendo, dependiendo de la maduración.
Dentro de la denominación de producto existen ciertas reglas, que, aunque no son tan estrictas como el de una denominación de origen, si deben de cumplirse para poderse llamar así, este debe de ser realizado a partir de la destilación de un vino de uva, el porcentaje de alcohol deberá oscilar entre el 36% y 60% y deben de estar forzosamente madurados en barrica. Existen diversos países productores entre los cuales destacan España; el cual cuenta con dos denominaciones brandy de Jerez y Brandy de Penedés, Rusia, el cual recibe el nombre de Coñac ruso según su legislación, Grecia con su brandy Metaxá, que es un brandy perfumado; Estados Unidos, Chile y Perú. Aunque este último es más conocido por su destilado de vinos blancos denominado Pisco.
Dentro de la categoría de brandy, también existen los brandis de fruta y los brandis de cereales. Tomando como base la legislación europea, el brandy de fruta es aquel en el que el alcohol base es un brandy, y se utiliza fruta únicamente para adornarlo, así mismo cuando el alcohol proviene de cereales se le denomina brandy de cereales, también existe una variedad que se llama Raisin brandy, este se realiza a partir de la obtención de alcohol de la fermentación de uvas pasas de dos variedades negra de Corinto y Alejandría.
Metropolitan
Así como la ginebra tiene al Martini, y el whisky tiene el manhattan; el brandy tienen al metropolitan. Un coctel que data de los 1900, así que clásico, clásico sí es.
Ingredientes:
- 60 ml. de Brandy Torres 5
- 30 ml. de Vermouth dulce Cinzano
- 15 ml. de Jarabe natural
- 2 dashes de Bitters Peychaud’s
- Hielo
Elaboración:
En un shaker con suficiente hielo colocar todos los ingredientes, agitar vigorosamente durante al menos un minuto. Servir colando en una copa coupé.
Brandy Alexander
Otro de esos cocteles emblemáticos, que todos recordamos por lo menos haber escuchado por nuestras abuelas que pidieron uno.
Ingredientes:
- 50 ml. de Brandy Don Pedro
- 25 ml. de Leche evaporada
- 25 ml. de Licor de cacao
- Nuez moscada
- Hielo
Elaboración:
En un shaker agregar hielo, y todos los ingredientes; excepto la nuez moscada. Agitar vigorosamente por al menos un minuto. Servir colando en una copa martinera y decorar con nuez moscada al gusto.
Entre las sábanas
Un nombre muy sugerente para un coctel tan sutil y refrescante, y como siemore no deja de ser un clásico muy sencillo de preparar.
Ingredientes:
- 30 ml. de Brandy Tres Cepas
- 30 ml. de Ron Bacardí Blanco
- 30 ml. de Triple Sec
- 15 ml. de Jugo de limón amarillo
- Twist de limón
- Hielo
Elaboración:
En un shaker con suficiente hielo agregar todos los ingredientes excepto el twist de limón. Agitar vigorosamente por al menos un minuto. Servir colando en una copa coupé y decorar con el twist de limón, recuerda que debes torcerlo un poco cerca del borde antes de dejar en la copa, para que los aceites de la piel terminen de perfumarlo.
Aunque para muchos podría verse como un sacrilegio hacer coctelería con brandy, la realidad es que es un destilado que puede llegar a aportar muchas capas de sabores y aromas tanto a la coctelería como en algunos postres. La única recomendación es no utilizar aquellos que tengan una maduración muy prolongada, ya que podemos abusar de la complejidad de la bebida y difícilmente encontrar un balance para esta. Así que lo mejor, es utilizar brandis jóvenes.
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