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Un recorrido por México a través de sus maridajes para la cena mexicana

Un maridaje puede ser tan sencillo como se nos ocurra. En esta ocasión lo hicimos con los platillos más emblemáticos de una cena mexicana.

Maridaje: Unión íntima o armoniosa de dos cosas entre sí. Esta definición en sí es hermosa. La idea del maridaje suele sonar un poco más pretenciosa de lo que realmente es. Un maridaje, en efecto, es la armonización entre un alimento y una bebida. Buscando resaltar las características de ambos sin opacar al otro. Aquí te llevaremos en un viaje por México a través de sus maridajes para la cena mexicana.

Un maridaje puede ser tan sencillo como se nos ocurra, es por ello que en esta ocasión lo quisimos hacer con los platillos más emblemáticos de una cena mexicana. 

Regularmente al pensar en una cena mexicana se nos viene a la mente un delicioso pozole, tal vez tostadas o cualquier tipo de garnacha. Pero para ser honestos eso sería únicamente para los que vivimos en el centro del país. México tiene tantos platillos por ofrecer que casi puedo asegurar que podríamos comer algo diferente de nuestra gastronomía cada día. Por eso en esta ocasión nos daremos a la tarea de recorrer México a través de su comida para la noche mexicana, la idea es que surjan nuevas propuestas que nos permitan viajar sin salir de casa.

Como el orden en ocasiones es bueno; recorreremos de norte a sur, así que prepárate para este increíble viaje:

Mexicali

Fuente: Wallpaperflare, con licencia de uso libre

La gastronomía de esta ciudad es muy particular debido a que tuvieron una gran inmigración de gente procedente de China, lo que dio como resultado que los mismos cachanillas adoptaran a la comida china como su comida típica, aunque para la noche mexicana ellos no comen arroz frito sino una buena carnita asada.  

En esta ocasión romperemos un poco el molde y no haremos un maridaje con vino; sino con su más viejo rival: la cerveza. Pensemos en un sirloin término medio, pero ahora lo acompañaremos con una cerveza estilo Pale Ale. 

La idea de hacerlo con cerveza es que podemos aprovechar de las características de esta maravillosa bebida para apreciar mejor nuestra carne. En el caso de las cervezas American Pale Ale, estas se caracterizan por ser cervezas de cuerpo medio, de amargor intenso pero muy balanceadas lo que les permite que sean fáciles de beber.

Dicho esto, una Pale Ale es la cerveza  ideal con carnes debido a que su intensidad es media; dentro de sus sabores encontramos está unas notas a malta que junto a los sabores dulces resultantes del asado en la carne, nos darán una buena armonización de sabores, el amargor corta la sensación grasosa además de que la carbonatación también ayuda a limpiar el paladar entre bocado y bocado. 

Maridaje recomendado: Doña Chela.

Coahuila

Pan de pulque en Tolimán, fuente: Wikimedia Commons

La alimentación del norte se caracteriza principalmente por el consumo de carne, y Saltillo no es la excepción. Pero para darle un pequeño twist maridaremos su famoso pan de pulque con un café a la crema irlandesa. 

El pan de pulque es el resultado de la herencia tlaxcalteca y española. Los primeros dominaron al agave coahuilense y de ahí surge el pulque, mientras que con los segundos surgió la llegada del trigo, y por consiguiente el pan. La idea nace debido a que realizar el pan tradicional del cual gustaban los españoles resultaba muy caro debido a la levadura que empleaban en su elaboración, por lo que los tlaxcaltecas tuvieron la idea de sustituir el agua y levadura por pulque, y ahí nació el pan de pulque. Esto era de gran ayuda para contribuir a las calorías que se necesitan para un clima tan frío como lo es el de Saltillo.

Aunque originalmente el pan de pulque era salado, también existen variedades dulces. A una de las variedades dulces se le conoce como empanada, y está rellena de piloncillo y nuez.  

Para este maridaje pensamos justo en la dulce, porque también es divertido maridar postres. Un café a la crema irlandesa suele ser ideal como digestivo ya que nos da un toque de dulzor además de un balance gracias al amargor del café lo que nos permite disfrutar lo dulce del piloncillo sin llegar a empalagar y así lograr terminar la pieza completa que no es nada pequeña.

Maridaje recomendado: Bailey’s.

Jalisco

Un buen pozole jaliscience, fuente: Wikimedia Commons

Hablar de la gastronomía jaliscience es hablar de una de las cocinas más emblemáticas de México, o por lo menos una de las más conocidas debido al popular pozole rojo. Este platillo que se ha coronado como el rey absoluto de la noche mexicana; ya que en muchas zonas del país es elaborado para esta fecha.  

La primera mención documentada de este platillo es realizada por Fray Bernardino de Sahagún en el códice florentino del siglo XVI. El pozole desde su origen ha sido un platillo de ceremonia, de fiesta. Así que no es nada raro que siempre lo preparemos cuando queremos celebrar algo.

El pozole rojo es este platillo a base de maíz, carne de cerdo (aunque puede haber también de pollo o hasta de setas) y un caldo especiado con chile guajillo y ancho le da un toque mucho más complejo.

Para este platillo también nos saldremos un poco de la regla, ya que lo primero que se piensa seguramente es un buen tequila, sin embargo, por esta ocasión experimentemos mejor con un vino tinto Petite Sirah. El cuerpo terso, ligeramente frutal y con toques herbales armonizan perfecto con el sabor de la carne de cerdo, pero sobre todo con lo especiado del caldo. La acidez y astringencia del vino cortan la sensación grasosa, limpiando el paladar. 

Maridaje recomendado: LA Cetto-Petite Sirah.

Ciudad de México

Una quesadilla de huitlacoche, fuente: T.TSeng, vía Creative Commons

Esta ciudad tan amada como odiada, tiene tantas facetas que la hace irresistible. La gastronomía de la CDMX se ha nutrido a través de los años de sus inmigraciones. Logrando así platillos emblemáticos como los tacos al pastor, pambazos, gorditas, o sus quesadillas con queso o sin él.

Para este maridaje utilizaremos una quesadilla de huitlacoche, deleite que algunos lo llaman “la trufa mexicana”. Este hongo que ataca al maíz sólo se consume en México, ya que en otros países es considerado una plaga y se combate con toda fuerza. Y a pesar de lo que podría creerse no existen documentos suficientes que avalen que este era consumido en la época prehispánica, por lo que su consumo podría incluso considerarse reciente. Las quesadillas que se consumen como un alimento del diario, suelen ser muy populares también a nivel nacional en esta fecha.

Por lo que este maridaje lo haremos con whisky, esta bebida llega a México en 1821 justo después de la independencia, debido al incremento de importaciones en los estados del norte con el país vecino. Un whisky Collins nos proporcionará esas notas amaderadas y cítricas que crearán un balance de sabores con los sabores lácticos procedentes del queso y las notas herbáceas y de tierra del huitlacoche. Dando una sensación refrescante, de paladar limpio gracias al final seco del whisky y a la carbonatación del agua mineral.

Maridaje recomendado: Chivas Regal 12 años.

Veracruz

Los tradicionales pambazos jarochos, fuente: LasAgujas

El puerto de Veracruz es el más importante de México, y fue la primera ciudad fundada por europeos en la América continental. Al encontrarse a las orillas del mar, la gastronomía jarocha es la unión de la cocina española y costeña. Pudiendo encontrar gran variedad de platillos tanto de tierra como de mar como son las quesadillas de minilla, pescado a la veracruzana, bombas, picadas, bocoles y pambazos veracruzanos. 

La gastronomía veracruzana es tan vasta que es posible clasificarla en regiones: la huasteca, Sotavento, los Tuxtlas y la región central. Y es justamente de la región central de donde tomaremos nuestros pambazos veracruzanos. Estos son unos pequeños panecillos suaves enharinados que van rellenos de frijol, chorizo y queso fresco. Son tan populares en la zona que incluso pueden ponerlo como lunch a los niños. Este bocadito lo maridaremos con un vino blanco, la idea es que tanto la acidez del vino así como sus notas cítricas resalten por un lado el dulzor del pan y por otro la salinidad del queso.  

Maridaje recomendado: Chateau Domecq Blanco.

Oaxaca

Una deliciosa tlayuda en Mazunte, Oaxaca. Fuente: Wikimedia Commons

El estado de Oaxaca es uno de los más visitados del país. Esto se debe a la riqueza cultural, y en muchas ocasiones, hasta surreal de este lugar. Es uno de los territorios que cuenta con mayor diversidad étnica lo que ha permitido el desarrollo de una gastronomía muy diversa y extensa. Muchos son los platillos emblemáticos, entre los cuales se encuentran: el mole amarillito, mole colorado, caldo de piedra, sopa de guías, mole negro, garnachitas y las famosas tlayudas (sí, esas que vieron en Netflix). 

Las tlayudas son una especie de tostada muy delgada y grande de maíz (suele tener unos 30 cm de diámetro) que tiene una cierta flexibilidad a la cual se le unta asiento de manteca, frijoles refritos negros, se le agrega chapulines, queso de hebra, col y salsas. A la ciudad de San Antonio de la Cal se le conoce como la capital de la tlayuda; es aquí donde se elaboran cientos de piezas al día.

Es un platillo súper sencillo de elaborar y muy socorrido para la noche mexicana por su versatilidad de toppings. Este rico platillo irá maridado con un gin tonic con pepino, ¿y por qué con gin y no mezcal? Porque la idea, como ya se había mencionado, es salir un poco de lo convencional y darles oportunidad a nuevas combinaciones. La combinación de sabores de la tlayuda es predominantemente salado, así que el amargor del ginebra, con las notas frescas del pepino y la carbonatación del agua mineral ayudarán a cortar primero lo salado del plato y segundo la grasa. 

Maridaje recomendado: Hendrick’s Gin.

Yucatán

La espectacular torta de cochinita. Fuente: T.TSeng vía Creative Commons

La península de Yucatán es uno de los territorios más representativos de la cultura Maya. Lo que indudablemente hizo que su gastronomía fuese tan diferente a las de otras regiones aún con la llegada de los españoles. La gastronomía yucateca es una hermosa fusión entre la comida maya, española y libanesa, dando como resultado una comida ecléctica tanto en sus ingredientes como en sus técnicas. Según Fray Diego de Landa, en Yucatán fueron los indígenas quienes adoptaron primero a los animales de corral europeos, integrándolos a su dieta y platillos. 

Algunos de los platos más representativos son los papadzules, el relleno negro, la sopa de lima, queso relleno, las marquesitas, y cómo no, la famosísima cochinita pibil.

Para la noche mexicana en Yucatán suelen hacer panuchos o tortas de relleno negro y cochinita pibil. Por lo que para el maridaje recurriremos a la torta de cochinita pibil, la cual maridaremos con un vino rosado. 

El vino rosado por sus características de cuerpo medio, suave acidez y notas frutales, marida perfecto con la cochinita, ya que ésta también tiene cierto grado de acidez lo que hace que se genere un balance además de hacer más notorias las notas frutales, las suaves burbujas que pueden llegar a tener ayudarán a cortar la sensación de pesadez o grasa. 

Maridaje recomendado: Sofia Coppola – Vino Rosado.

¡TODO SE ANTOJA PARA CELEBRAR A MÉXICO!

Después de este pequeño recorrido, espero que te aventures a realizar nuevas combinaciones de maridajes. El universo de posibilidades como lo habíamos mencionado es infinito, además de que, como podrás haberte dado cuenta, es posible maridar platillos tan sencillos como una quesadilla hasta una cochinita pibil. Asimismo me gustaría te quedaras con la idea de que también es posible realizar maridajes con cualquier destilado o uno de mis favoritos con cerveza.

Romper un poco las reglas no está mal, así que desecha esa idea de que el maridaje consiste solamente en: vinos blancos para pescados y carnes blancas, y vinos tintos para carnes rojas y salsas. Atrévete a experimentar, y si encuentras alguna combinación ganadora, no dudes en compartirla en los comentarios.

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