La licuadora, prácticamente en todas las casas del mundo hay una, pero ¿cómo fue su origen y qué tiene que ver un músico en su evolución?
El primer aparato agitador con mezclador ensamblado en el fondo de una taza.
Ciertamente, ese fue el primer nombre que se le dio a lo que hoy conocemos como “licuadora” o “blender”, inventada en 1922 por Stephen J. Poplawski un estadounidense de origen polaco.
Poplawsky buscaba la manera más rápida de preparar su bebida favorita, un batido o malteada, y después de seis años de experimentos, pudo construir la máquina que los prepararía en pocos minutos y de manera cómoda.
El principio del éxito.
Se comenzó a vender en las expendedurías o tiendas de bebidas no alcohólicas. Su éxito se vio favorecido, pero en Estados Unidos vivía la famosa “Ley seca”, que prohibía la venta de bebidas alcohólicas y solo en restaurantes se podía servir de forma legal.
El músico que le dio ritmo a la licuadora.
El músico y director de la orquesta “The Pennsylvaninans”, Fred Waring presenció una demostración del funcionamiento de la licuadora de Poplawski, sorprendido y entusiasmado cayó en cuenta que sería el aparato ideal para su cóctel favorito, el “Daiquiri”, y con ello, fomentar su uso en todos los restaurantes y bares de América.
Con su apoyo monetario se realizaron algunas modificaciones al original y más tarde, en 1936, en el National Restaurant Show de la feria del Mueble de Chicago se presentó el rediseño bajo el nombre de “Waring Blender”.
La forma más rápida de preparar bebidas heladas.
A partir de ese momento, con gran éxito la gente asistía a las demostraciones de su funcionamiento e inmediatamente se posicionó en cada restaurante y bar de todo el país.
Un uso a la Waring Blender.
Mientras en 1950 se intentó comercializar para elaborar mezclas en pasteles y salsas, pero sin éxito. De nuevo el Waring apoyó su utilidad en la elaboración de salsas y mayonesas.
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