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Sangría Blanca: para compartir la frescura

La sangría es una de esas bebidas que son acompañantes perfectas de los días soleados y calurosos. La más tradicional es la roja, aunque también podemos ver una presentación rosé. Hoy nos enfocaremos en la Sangría Blanca.

La diferencia de esta receta es que puedes crear una versión más ligera que la tradicional roja, pues la selección frutal y hasta de vinos resulta en una mezcla muy agradable. Duraznos, manzanas, uvas… las frutas que se te ocurran pueden ir en esta receta, así que experimenta un poco con la mezcla base que te pondremos acá abajo.

Tip: Si le quieres dar un toque más pegador a tu sangría blanca, haz esto una noche antes: deja tus frutas ya picadas remojando en vodka o gin.

Sangría blanca

  • 750 ml. de Vino blanco frío (se recomienda Pinot Grigio)
  • 120 ml. de Lillet blanc
  • 1 Durazno rebanado
  • 1 Manzana 
  • ½ Limón en rodajas delgadas
  • 4 Ramitas de menta
  • Agua mineral fría

Preparación:

  1. En una jarra, agrega el vino, Lillet, las frutas y la menta.
  2. Revuelve los contenidos de la jarra para integrar bien.
  3. Refrigera por unas 4 horas.
  4. Sirve en copas y rellena con un poco de agua mineral si así lo deseas.

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