Aunque podría parecer una simple comida rápida, la pizza realmente puede llegar a ser un platillo bastante más complejo.
Basta con pensar simplemente en la masa, empezando desde ese sencillo, pero importante ingrediente base, hay muchísimos tipos; desde la tradicional masa super delgadita y crujiente, hasta la no tan conocida deep-dish, que es una masa gruesa que está diseñada para albergar una deliciosa y obscena cantidad de queso.
Entonces, ya con solo este ingrediente podemos corroborar que un vino puede ser una buena opción de maridaje. El trigo y la vid son de esas parejas que empezaron su relación hace mucho y siguen cosechando éxitos.
Después pensemos en la salsa, ahora sí que no es una salsa cualquiera, cada familia o restaurante tiene su salsa especial de tomate, aunque para los italianos más tradicionales o puristas, el vino tinto no va tan bien como un vino blanco con los tomates. Para paladares un poco más rebuscados, como el del mexicano, sí puede llegar a funcionar un vino tinto. Solo es cuestión de recordar que la idea fundamental de un maridaje es encontrar una bebida que ayude a realzar los sabores de la comida o viceversa, nunca a contraponerlos.
Nebbiolo y pizza
Nuestra primera sugerencia será con una cepa Nebbiolo, esta uva procedente de Piamonte, Italia. Su característica principal son su acidez y taninos. Entonces con esto en mente, qué tipo de pizza maridaría bien, bueno veamos:
*Pizza de prosciutto y arúgula: Esta pizza suele ser ligeramente grasosa debido al conjunto de la grasa del mismo prosciutto y el queso, por lo que un vino con alta acidez y taninos como lo es un nebbiolo como el de Tierra de ángeles, sería un buen maridaje.
*Pizza de fresas y Nutella: Como me encanta la idea de lo umami, o savory como dicen los vecinos del norte, un nebbiolo puede ser un gran maridaje, ya que las fresas proporcionaran un poco de dulzor y frescura al bocado, redondeando con el dulzor de las avellanas en la nutella. Una buena forma de cerrar una comida.
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Con vino blanco
La segunda sugerencia será con un vino blanco, en este caso un Chardonnay; una de las uvas más conocidas y consumidas a nivel mundial. A pesar de ser una uva de la región de Borgoña, esta pequeña cepa se abrió camino al nuevo mundo y es una de las que más se producen en América. Esta cepa se caracteriza por tener un abanico muy amplio de sabores frutales tales como la pera, manzana o lychee. Lo que lo hace un vino ideal para maridar con quesos como el de cabra o queso azul.
*Pizza de queso azul y pera: Esta es una de las pizzas que justamente cae en micategoría de savory, ya que no deja de ser dulce pero intensa y salada a la vez por el queso obviamente, además que en ocasiones suelen incluirle tocino. Lo que le da un toque aun más de intensidad. Te recomendamos el Chardonnay de Tierra de Ángeles o el de Casa Santo Tomás. Cualquiera de los dos hará un excelente papel en esta obra llamada maridaje.
*Pizza de manzana y caramelo: Por aquello de que amo maridar postres, esta combinación es un match hecho en el cielo. El sabor ligeramente grasosito de la mantequilla y el caramelo conjugados con el frescor y las notas de manzana del vino, hacen que este maridaje sea más que perfecto.
Pizza y vino rosado
Para el caso de los vinos rosados, lo ideal es que sea un vino rosado seco. Para que realmente se puedan apreciar ambos alimentos y disfrutar mejor. En este caso te recomendamos dos que pueden funcionar muy bien en un maridaje: por un lado esta vino rosado espumoso André o Lobito de mar Brut Rosé. No te espantes, recuerda que las burbujas ya sean en un refresco, una cerveza o un vino; siempre servirán para limpiar el paladar y te ayudarán a disfrutar como la primera vez el siguiente bocado.
*Pizza de higo, queso de cabra y miel: Siguiendo la línea de las pizzas savory, está pizza sigue estando entre la delgada línea de comida salada o postre. El vino rosado y las burbujas con el toque seco, ayudarán perfecto a limpiar el paladar y disfrutar los bocados.
*Pizza de leche condensada, plátano y frutos rojos: Esta es un pecado hecho postre, una especie de pie que no termina por serlo y que en su caso es una pizza dulce, que marida muy bien con un vino rosado ya que además de mitigar el dulzor las burbujas nos ayudan a realzar los sabores de los frutos rojos, haciendo los bocados aun más intensos y frutales, sin empalagar.
Aquí tienes una excelente selección de vinos rosados.
Obviamente hay muchas más combinaciones, que incluso pueden llegar a ser más convencionales como una pizza de salami, o una de verduras, una clásica margarita que incluso con un vino rosado podría quedar muy bien, y bueno si te preguntas la pizza hawaiana con qué vino maridaría bien, tenemos dos opciones puede ser un vino blanco que no sea tan joven o un rosado con final seco.
Así que aprovecha el frío y consiéntete con una rica pizza acompañada de un vino para calentar el alma.
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